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De loritos
4 participantes
Página 1 de 1.
De loritos
Cuando la vecina pasaba, el loro del peluquero siempre le gritaba sin piedad:
- Buen día, puta!
Hasta que un día ella no aguantó más y reclamó airadamente al peluquero, que, como modo de castigar al loro por su mala conducta, lo pintó de negro.
Al día siguiente ella pasó por la peluquería y el loro, ahora pintado de negro, no dijo absolutamente nada.
La mujer, triunfante, lo provocó:
- Ahora estás calladito, no?
A lo que el loro, con aire de olímpico desprecio, respondió:
- Cuando estoy de smoking no hablo con putas.
- Buen día, puta!
Hasta que un día ella no aguantó más y reclamó airadamente al peluquero, que, como modo de castigar al loro por su mala conducta, lo pintó de negro.
Al día siguiente ella pasó por la peluquería y el loro, ahora pintado de negro, no dijo absolutamente nada.
La mujer, triunfante, lo provocó:
- Ahora estás calladito, no?
A lo que el loro, con aire de olímpico desprecio, respondió:
- Cuando estoy de smoking no hablo con putas.
Explorer- FUNDADOR
-
Cantidad de envíos : 1330
Puntos : 1208
Re: De loritos
A la gran puta!!!!!!!!!!! jajajjjajaa que cague de risa!!!!!!!!! jajajajaja
Buen chiste!!!
Buen chiste!!!
TOPOGIGOLO- FUNDADOR
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Cantidad de envíos : 1068
Puntos : 656
Humor : Pasandola, antes que nos la pasen, jaja
Re: De loritos
Loro hijuecienmil! jajajajajaja...
POR LA GRAN PERICA, diria alguien! jajajajajajajaja...
POR LA GRAN PERICA, diria alguien! jajajajajajajaja...
Otro "lorito"
Chiste blanco que a los niños les encanta:
Una señora vivía solamente con su lorito. Con el conversaba largas horas y el plumífero algunas cosas le contestaba. Era su constante y fiel compañía. Era en realidad la forma en que la doñita había evadido a la demencia.
Lamentablemente el lorito partió una tarde hacia el cielo de los loros, cacatúas, pericas, cotorros y demás especies de su tipo. Quedó la señora sola y acongojada. Su luto duró por muchos meses.
Llegó el momento de abrir su corazón a un nuevo amor emplumado, así que dispuso ir a la tienda de animales para averiguar por el precio de su nueva mascota. Obviamente, otro loro al que nombraría Pancho, al igual que a su difunto acompañante. No importaría el precio, lo que le interesaba era llenar el vacío, aquel que evidenciaban la estaca y la jaulita sin usuario. (Le iba a poner Guicho, Lico, Yemo, Meme o algo así, pero me pareció inapropiado).
Pasaron dos meses y el tendero no se lo conseguía. Ella en cada ocasión le contaba lo mal que era vivir en soledad, extrañando cada vez más a su lorito, pero animándose por la esperanza de que él le consiguiera a un sustituto. “Es que mi Pancho me platicaba”, le decía. “Era mi única compañía”. “Lo extraño mucho”. “Quiero a uno igual o parecido a él”. “Le encargo mucho me consiga uno”. Era todo ello parte de su larga letanía. A la sazón ya al tendero lo tenía chino y no había manera de que sus proveedores le consiguieran al dichoso ejemplar. “Palanquéense uno en cualquier parte”, les decía. “Ya va a venir otra vez la vieja esa y no me dejará descansar escuchando el anecdotario de las gracias del mentado loro”.
Llegó así el día de la nueva visita y el pobre tendero desde que la vio llegar, maquinó en forma desesperada la manera de quitársela de encima. Por lo menos por esa tarde. “Qué tal señora, “¿Cómo ha estado usted? Hoy sí mire, hoy sí no le quedaré mal.” Diciendo eso iba aún cuando ya encaminaba sus pasos a la trastienda. Allí recordaba contar con un tecolote viejo que jamás había podido vender. “Que es de buena suerte”, “Que no molesta para nada”, eran los argumentos para promover la venta de este rapaz nocturno, pero nada. No lo podía vender. Así que: Allí sí que “dos pájaros de un tiro”. “quedo bien con la vieja y mi zafo de este ojudo cabrón”, pensaba.
Y así fue que, para no hacerlo largo, les cuento rapidito que el tendero pintó al animal de verde y se lo entregó a la doñita, que además era de corta vista, sin que ella protestara. ¡!!
Pasó el tiempo y nada. “O la doñita se murió o la jugada del falso lorito funcionó”. Era ese el pensamiento del pícaro tendero.
Pero no, la doñita no estaba muerta, ni andaba de parranda. Eso sí, contenta sí que se encontraba. Llegó una tarde nuevamente a la tienda y con mucho jolgorio se afanaba en agradecer al tendero en forma sentida el favor recibido.
“Señora, pero entonces ¿todo bien con su lorito? ¿Qué tal está Panchito?
“Miré” le dijo la señora. El lorito es callado, hablar, hablar que se diga, no mucho, nada en realidad. “Pero viera usted que como me pone de atención”
Una señora vivía solamente con su lorito. Con el conversaba largas horas y el plumífero algunas cosas le contestaba. Era su constante y fiel compañía. Era en realidad la forma en que la doñita había evadido a la demencia.
Lamentablemente el lorito partió una tarde hacia el cielo de los loros, cacatúas, pericas, cotorros y demás especies de su tipo. Quedó la señora sola y acongojada. Su luto duró por muchos meses.
Llegó el momento de abrir su corazón a un nuevo amor emplumado, así que dispuso ir a la tienda de animales para averiguar por el precio de su nueva mascota. Obviamente, otro loro al que nombraría Pancho, al igual que a su difunto acompañante. No importaría el precio, lo que le interesaba era llenar el vacío, aquel que evidenciaban la estaca y la jaulita sin usuario. (Le iba a poner Guicho, Lico, Yemo, Meme o algo así, pero me pareció inapropiado).
Pasaron dos meses y el tendero no se lo conseguía. Ella en cada ocasión le contaba lo mal que era vivir en soledad, extrañando cada vez más a su lorito, pero animándose por la esperanza de que él le consiguiera a un sustituto. “Es que mi Pancho me platicaba”, le decía. “Era mi única compañía”. “Lo extraño mucho”. “Quiero a uno igual o parecido a él”. “Le encargo mucho me consiga uno”. Era todo ello parte de su larga letanía. A la sazón ya al tendero lo tenía chino y no había manera de que sus proveedores le consiguieran al dichoso ejemplar. “Palanquéense uno en cualquier parte”, les decía. “Ya va a venir otra vez la vieja esa y no me dejará descansar escuchando el anecdotario de las gracias del mentado loro”.
Llegó así el día de la nueva visita y el pobre tendero desde que la vio llegar, maquinó en forma desesperada la manera de quitársela de encima. Por lo menos por esa tarde. “Qué tal señora, “¿Cómo ha estado usted? Hoy sí mire, hoy sí no le quedaré mal.” Diciendo eso iba aún cuando ya encaminaba sus pasos a la trastienda. Allí recordaba contar con un tecolote viejo que jamás había podido vender. “Que es de buena suerte”, “Que no molesta para nada”, eran los argumentos para promover la venta de este rapaz nocturno, pero nada. No lo podía vender. Así que: Allí sí que “dos pájaros de un tiro”. “quedo bien con la vieja y mi zafo de este ojudo cabrón”, pensaba.
Y así fue que, para no hacerlo largo, les cuento rapidito que el tendero pintó al animal de verde y se lo entregó a la doñita, que además era de corta vista, sin que ella protestara. ¡!!
Pasó el tiempo y nada. “O la doñita se murió o la jugada del falso lorito funcionó”. Era ese el pensamiento del pícaro tendero.
Pero no, la doñita no estaba muerta, ni andaba de parranda. Eso sí, contenta sí que se encontraba. Llegó una tarde nuevamente a la tienda y con mucho jolgorio se afanaba en agradecer al tendero en forma sentida el favor recibido.
“Señora, pero entonces ¿todo bien con su lorito? ¿Qué tal está Panchito?
“Miré” le dijo la señora. El lorito es callado, hablar, hablar que se diga, no mucho, nada en realidad. “Pero viera usted que como me pone de atención”
Explorer- FUNDADOR
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Re: De loritos
No les gustó. Claro, como no tiene malas palabras. ;-)
Acá les va otro pues. Una variación de otro famoso.
Se trata de una pareja que se quería casar, pero la mujer le dice a
su novio una noche antes de la boda: Oye Pepe, yo me caso contigo
pero con la condición de que antes de la boda me compres un loro.
Así va el pobre hombre en busca de un loro para su futura esposa,
pero como era plena noche no encontraba ninguna tienda de animales
abierta. Entonces decidió ir a una casa de putas porque sabia que
allí tenían un loro. Entonces le dice a la encargada del local: -¿Me podría prestar el loro o alquilármelo?
-No, no, le tengo mucho cariño a este loro, y no se lo puede llevar,
señor.
-Pero es que lo necesito, mañana me caso y mi novia no se casa si no
le regalo antes de la boda un loro. Solo préstemelo un día, luego ya
le compro yo otro, y este se lo devuelvo.
Después de mucho hablar con la encargada, al final la convenció. Al
día siguiente, en la boda, estaban todas las personas muy arregladas
y tenían al loro a la vista. El pobre lorito estaba muy cansado de
las pesadas de las mujeres: que si que bonito el loro, que lindo es,
me lo regalo mi marido. Entonces el loro cansado de tanta palabrería
dice. Ya estoy cansado de estar aquí, a los clientes los conozco a
todos, pero las putas todas son nuevas.
Acá les va otro pues. Una variación de otro famoso.
Se trata de una pareja que se quería casar, pero la mujer le dice a
su novio una noche antes de la boda: Oye Pepe, yo me caso contigo
pero con la condición de que antes de la boda me compres un loro.
Así va el pobre hombre en busca de un loro para su futura esposa,
pero como era plena noche no encontraba ninguna tienda de animales
abierta. Entonces decidió ir a una casa de putas porque sabia que
allí tenían un loro. Entonces le dice a la encargada del local: -¿Me podría prestar el loro o alquilármelo?
-No, no, le tengo mucho cariño a este loro, y no se lo puede llevar,
señor.
-Pero es que lo necesito, mañana me caso y mi novia no se casa si no
le regalo antes de la boda un loro. Solo préstemelo un día, luego ya
le compro yo otro, y este se lo devuelvo.
Después de mucho hablar con la encargada, al final la convenció. Al
día siguiente, en la boda, estaban todas las personas muy arregladas
y tenían al loro a la vista. El pobre lorito estaba muy cansado de
las pesadas de las mujeres: que si que bonito el loro, que lindo es,
me lo regalo mi marido. Entonces el loro cansado de tanta palabrería
dice. Ya estoy cansado de estar aquí, a los clientes los conozco a
todos, pero las putas todas son nuevas.
Explorer- FUNDADOR
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Puntos : 1208
Re: De loritos
Jajajajajajajajaajjajajajajajajajaja... Q buenos los chistes!
Y ya viste que aun que pusiste de malas palabras les pelo tu cariño? jajajajaja...
Saludos...
Y ya viste que aun que pusiste de malas palabras les pelo tu cariño? jajajajaja...
Saludos...
Página 1 de 1.
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Sáb Abr 05, 2014 10:57 pm por Explorer
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